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Foto :CantabriaRallye.net |
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Foto :CantabriaRallye.net |
Llegaba la jornada del sábado, donde comenzaría la segunda sección de la prueba. En esta ocasión el primer tramo en disputarse era san Roque de Río Miera, uno de los tramos míticos en donde volvía a darse cita muchos aficionados, sobre todo llegando al pueblo, en las paellas más famosas de este tramo. La prueba comenzaba a las nueve de la mañana y desde tempranas horas, los aficionados «montaban guardia» en estos lugares para no perderse nada.
La zona Pasiega era la que se disputaba a continuación, con el tramo de La Braguia como tramo estrella, para después llegar a san Pedro del romeral, donde tambien la multitud de aficionados se daban cita.
Sin lugar a dudas el tramo donde más publico había era en Castillo Pedroso, sobre todo en la curva antes de la entrada al pueblo, donde los aficionados se concentraban para ver a estos pilotos.
Después Ibio seria el tramo que se pondría en marcha, para terminar con un reagrupamiento en San Vicente de la Barquera, donde se exponían los vehículos en la zona del Puerto. Pilotos y prensa acreditada recuperaban fuerzas para afrontar los tramos de la tarde, siendo estos sin duda, de los mas duros de la prueba.
A las 15:00 comenzaba el tramo de Labarces. Ni que decir tiene que él publica se congregaba en el famoso cruce de Labarces, donde nunca habíamos visto este lugar con tanta gente, incluso en pruebas del nacional. Ninguna prueba del regional cántabro a movido tanta gente en este punto, pues además de los aficionados de todos los días, teníamos a gente nueva, que sentían curiosidad por este tipo de pruebas.
La Hermida, Quintanilla, Carmona y Cildad eran las pruebas que se disputaban a continuación, cada una de ellas con mas publico. Increíble el seguimiento de esta prueba. Después nuevamente el parque cerrado estaba en Hoznayo, en el Restaurante Villa Pasiega donde llegaban los pilotos. La prueba terminaba aquí, pues en la jornada del domingo, se realizaba una exhibición en el parque de la naturaleza de Cabarceno, en donde tambien se daban cita miles de aficionados, para allí seguir a sus pilotos.
Casi cuatro kilómetros de circuito, que discurría por las diferentes zonas del parque, para luego, llegar a una zona, en donde se habilitaba un «mini Slalom» donde los pilotos hacían de las suyas para deleite del publico en general.
Por un tiempo mas o menos de hora y media estuvieron estos pilotos, rodando por el circuito habilitado, sin descuidar el espectáculo.
Finalmente el final de fiesta era en el Palacio de la Magdalena, donde llegaban todos los vehículos y se realizaba la entrega de premios a los diferentes pilotos clasificados.
Los vencedores en la categoría de regularidad eran Borja Ruiz y Pedro San Miguel, siendo Miguel Pindado y Alicia Gutiérrez los segundos clasificados. Berto Castanedo y Nano Canales eran los terceros clasificados.
En la regularidad Sport, los hermanos Bartolomé eran quienes conseguían imponerse con su Ford Escort MK II, siendo la segunda posición para «los Bustamante», padre e hijo con Escord MK I. Asier Santamaria y Txema Foronda eran los terceros clasificados.
En clásicos de velocidad, el espectacular Pablo López y Pelayo Fernández eran los lideres, siendo la segunda posición para Cesar Antón y Pepe Barriera.
Pablo de Sousa padre e hijo eran los terceros clasificados.
Tambien se entregaban unos obsequios a los pilotos Leyend, verdaderos alma mater de la prueba, como Munari, Markku Alen, o Guiuseppe Volta entre otros.
Así terminaba una nueva edición del Rallye Rutas Cantabras, que parece se consolida con mas fuerza en nuestro calendario regional.
