Un vehículo orientado al exterior, sacado del imaginario Méhari
Como el Méhari en su época, el concept Cactus M ha sido concebido como un vehículo abierto al exterior. Todo está pensado para acercar a los pasajeros al ambiente que les rodea y facilitarles la vida.
El Citroën Cactus M dispone de dos largas puertas que acentúan la impresión de compacidad del vehículo. Su concepción monobloque en plástico moldeado le permite ser especialmente maniobrable disminuyendo al mismo tiempo el peso total del vehículo. Esas puertas están pensadas como los airbumps y retoman su concepto gracias a la utilización de un guarnecido en TPU. Esta segunda piel, que también recubre las protecciones sobre los paragolpes, resiste los golpes y los arañazos, pero también el agua salada, la arena y todo lo que pudiera crear una barrera entre el ocio y la movilidad. Respecto a su concepción, las partes que se abren disponen de manillas como las del célebre Méhari, que también utilizaba una carrocería en plástico ABS.
Nacido del espíritu del surf, el Citroën Cactus M está desprovisto de techo y de montante de las ventanillas. Está completamente abierto al exterior. Dispone de un recubrimiento de placas de madera sobre el arco y sobre los montantes del parabrisas que recuerda las personalizaciones que hacen los fabricantes de tablas de surf. Sus llantas, con un aire muy optimista, recuerdan los motivos florales del interior. Su logo, visible sobre el arco, aparece como una firma de la que podría ser la colección «Freestyle» según Citroën.
· Atrevido y orientado hacia el ocio. El Citroën Cactus M pone el ocio en el centro de la experiencia automovilística y lo convierte en auténtico ‘arte de vivir’. El diseño interior ilustra perfectamente esta concepción por la utilización de materiales técnicos procedentes de las actividades al aire libre. El habitáculo se puede lavar con una manguera, gracias a los evacuadores integrados en las zonas de los pies. Inspirados en el mundo del surf, sus asientos están recubiertos de tejido de neopreno coloreado que ofrece al mismo tiempo confort y estanqueidad. El Citroën Cactus M se distingue también por su modularidad, algo que ofrece sobre todo el arco del techo, que permite a los pasajeros almacenar todo su material (wakeboard, tabla de windsurf…).
La playa, la arena, la sal y el agua son elementos opuestos a un vehículo. Por el contrario, el Cactus M ha sido concebido para este mundo, para vivir más intensamente el ocio, sin preocupaciones. Esta concepción ha guiado la elección de la formas, de los materiales, de las tecnologías y de los colores.
El diseño global del habitáculo recuerda el casco de un barco. Las formas son fluidas y en continuidad con el diseño exterior del vehículo. Esta impresión de objeto modelado en un solo bloque está reforzada por el color azul Jaws, uniforme entre la carrocería y el habitáculo. Profundamente optimista, sugiere el carácter jovial de este concept e invita a la evasión.
El Citroën Cactus M es el compañero ideal para cualquier expedición. Todos los materiales han sido elegidos o tratados para adaptarse y resistir. Los ocupantes pueden instalarse en él incluso sin secarse o sin aclararse gracias a las zonas de los pies perforadas y a unos asientos diseñados para evacuar el agua y con un tejido resistente a la sal; el habitáculo puede incluso limpiarse con una manguera.
El Cactus M cuenta con un interior estético y funcional. Los guarnecidos y el acabado del salpicadero han sido pensados como la ropa de surf. La mousse neopreno recubierta de un tejido jersey impreso con colores vivos aporta mucho calor al habitáculo y acentúa el aire vital del vehículo. También permite aumentar la estanqueidad de los asientos y disminuir su tiempo de secado.
El concept Citroën Cactus M es práctico: los pasajeros llegan a los asientos de la segunda fila franqueando la cintura de la carrocería. Esta solución facilita el acceso y transmite una sensación de gran libertad a los pasajeros traseros. En el interior, los diferentes huecos portaobjetos son accesibles y funcionales. Las puertas delanteras disponen de grandes bolsas cerradas por una red, el maletero trasero es accesible desde el exterior y es posible fijar dos tablas de surf sobre los arcos, gracias a sistemas de sujeción específicos integrados. Para esta ocasión, los equipos de estilo de Citroën han creado dos tablas de surf con los colores del concept-car.
El carácter y la fuerte personalidad del concept-car Cactus M sacan su esencia del Méhari de 1968, de su lado práctico y del universo que rodea a este mítico modelo. Así, diferentes elementos de estilo como la apertura de las puertas con correas o el limpiaparabrisas central de un solo brazo han sido pensados para ofrecer un máximo de practicidad y sencillez. En paralelo, los reposacabezas retoman la forma de las mamparas de los barcos y abren el estilo hacia el imaginario marino asociado con los vehículos al aire libre.
Foto:Prensa Citroen Auto-Gomas
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